Nicolas Philibert nació en Nancy, Francia, en 1951. Después de sus estudios de filosofía en la universidad de Grenoble comenzó a trabajar de asistente de dirección, escenógrafo e incluso debutó como actor en la película Les camisards (René Allio. 1972). Su tránsito hacia la realización se produjo con La voz de su amo (La voix de son maître. 1978) de dirección compartida con Gérard Mordillat donde se retrata a doce directivos de grandes empresas y el vértigo de las alturas financieras en las que habitan. Tras varios cortos y un largo sobre personalidades del deporte llegarían las obras incluidas en este ciclo. De los nueve largometrajes dirigidos por Philibert hasta la fecha, cinco han sido los elegidos por el ministerio francés: La ciudad Louvre (La ville Louvre. 1990), En el país de los sordos (Le pays des sourds. 1992), Un animal, varios animales (Un animal, des animaux. 1994), Lo de menos (La moindre des choses. 1996) y, finalmente, Ser y tener (Être et avoir. 2002).
Philibert afronta sus rodajes sin un guión previo y construye sus películas con la curiosidad por aquello que lo filmado puede ofrecernos, respondiendo de forma intuitiva a los avatares de unas personas que se supone que han de continuar naturalmente con sus vidas mientras son observados. Pero, ¿hasta qué punto es posible lograr la familiaridad necesaria para que el sujeto se comporte con cierta naturalidad, por así decirlo, como si la cámara no estuviese presente?
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